miércoles, 9 de agosto de 2017

Qué es la huella de carbono y cómo podemos reducirla

Huella de carbono

El mayor residuo de nuestra civilización es el principal gas regulador del clima: el dióxido de carbono (CO2). Este residuo proviene principalmente de quemar combustibles fósiles para obtener energía. Las plantas, por medio de la fotosíntesis transforman el CO2 y el agua en materia orgánica, pero su actividad no es suficiente para transformar todo el exceso CO2 que generamos y su concentración en la atmósfera, desde la revolución industrial ha aumentado de 280 a 400 partes por millón.

La temperatura de la Tierra está en un equilibrio regulado por los gases de efecto invernadero (vapor de agua, el dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno y otros en menor medida). Este efecto es un fino balance entre la radiación entrante y saliente de la Tierra.

Un pequeño efecto invernadero es algo bueno, al menos para quienes actualmente habitamos este planeta. Pero un gran efecto invernadero desestabilizaría el clima destruyendo el medio en el que vivimos. La mala noticia es que quemando combustibles fósiles nuestra civilización está emitiendo mas CO2 que el que la vegetación puede absorber, y con el aumento de CO2 en la atmósfera el planeta se está calentando.

La huella de carbono es una forma sencilla de medir el impacto ambiental que deja una persona, una empresa o una organización sobre el planeta. Es el recuento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), que son liberadas a la atmósfera con las actividades cotidianas. Abarca todo el ciclo de vida de aquello que consumimos desde la obtención de la materia prima hasta la gestión de sus residuos.

Todos podemos contribuir reduciendo nuestra huella de carbono.

Revisa tus hábitos alimentarios
Revisa tus hábitos alimentarios Lo que es saludable para el planeta, generalmente también lo es para nosotros.
En muchos casos los alimentos que consumimos, ya sea por su lugar de fabricación o por el origen de sus materias primas, tienen un impacto en varias partes del mundo, siendo responsables de aproximadamente el 30% de nuestras emisiones de CO2. Los procesos de explotación, producción y distribución a gran escala destruyen ecosistemas y contribuyen al cambio climático.
Si quieres reducir tu impacto en el medio ambiente y mejorar tu salud, puedes analizar en que forma contribuir a través de tu dieta.
Ejerce tu poder en la compra
Ejerce tu poder en la compra Todo lo que compramos tiene una huella y lo ideal es elegir productos de origen sostenible.
Compra alimentos de temporada obtenidos de manera responsable, busca productos a granel o con un mínimo envase para reducir los residuos y siempre que puedas consume productos de segunda mano ya que una gran parte de la huella de un producto, generalmente proviene de su fabricación.
Aplica siempre que puedas el criterio de proximidad teniendo en cuenta el coste ecológico del transporte.


Compra productos de estación
Compra productos de estación Busca productos de temporada. Preferentemente producidos localmente, y mejor aún si provienen de comercio justo o directamente de pequeños productores.
Los alimentos de temporada son más sabrosos y más baratos. Y también en estos casos es más probable que la fruta y la verdura haya sido cultivada de manera no intensiva.


Apoya las energías limpias
Apoya las energías limpias Contrata comercializadoras de energías renovables, y si es posible instala en tu casa paneles solares ya sea para la generación de electricidad o de agua caliente sanitaria.
Cuando compres electrodomésticos, echa un vistazo a la etiqueta de eficiencia energética para asegurarte de que sean lo más eficientes posible.
Seamos parte del cambio de modelo energético a través de nuestra demanda.


Consume más alimentos de origen vegetal
Consume más alimentos de origen vegetal Es una de las maneras más fáciles de reducir tu huella. Al incorporar más frutas y verduras en nuestra alimentación estaremos creando un hábito mas saludable tanto para nosotros como para el planeta.


Viaja de manera inteligente
Viaja de manera inteligente Siempre que puedas desplázate a pie o en bici. Y si no, utiliza el transporte público o bien comparte coche.
Si vas a conducir, hazlo de manera eficiente con una conducción suave.
Alrededor del 25% de las emisiones totales que origina un coche se producen en su fabricación, y el otro 75% al conducirlo, de modo que comprando un coche de segunda mano en lugar de uno nuevo, reduciremos emisiones. Haz lo posible para conducir coches de bajas emisiones, híbridos o en el mejor de los casos eléctricos.
Y no descuides detalles para reducir el consumo como por ejemplo tener la presión correcta en los neumáticos.


Reduce, reutiliza y recicla
Reduce, reutiliza y recicla Compra lo que realmente necesites, aprovéchalo al máximo y piensa dónde va cuando termine su ciclo de vida útil.
Los alimentos desperdiciados representan varios millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera. Todo lo que podamos hacer para evitar generar residuos ayudará a reducir la huella.
Recicla todo lo que puedas: alimentos, embalajes, teléfonos móviles, ropa...


Reduce el consumo de energía
Reduce el consumo de energía El kilovatio más verde es aquél que no se consume. La energía que utilizamos en nuestros hogares representa más de una cuarta parte de las emisiones de dióxido de carbono en España. Haciendo nuestras casas energéticamente mas eficientes reduciremos nuestra huella de carbono.
En nuestro artículo ¿Cómo reducir la factura del gas y de la luz? damos varias sugerencias y consejos para reducir el consumo de energía en nuestros hogares.


Reduce el consumo de carne
Reduce el consumo de carne Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación, la ganadería es la principal fuente antropogénica del uso de la tierra. El 26% de la superficie terrestre se dedica a la producción de pasto y el 33% de la superficie agrícola a la producción de grano para piensos. Por ello, el avance de la ganadería ha supuesto la deforestación de grandes extensiones de bosques.
La ganadería es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero medidas en equivalentes de CO2. Es responsable del 9% de las emisiones de CO2 (principalmente por deforestación), el 37% de las emisiones de metano, CH4, (principalmente por la digestión de los rumiantes) y el 65% del óxido nitroso (por el estiércol). Representa además dos tercios de las emisiones antropogénicas de amoníaco, gas que tiene un papel relevante en la lluvia ácida.
La ganadería utiliza el 8% del agua mundial, un elemento cada vez más escaso. Se estima que para producir 1 kg de carne de vacuno intensivo son necesarios 20.000 litros de agua. La ganadería intensiva es, además, la mayor fuente de contaminación del agua, contribuyendo a la eutrofización (aumento de la biomasa y empobrecimiento de la diversidad) y degradación de ríos y litorales. Las fuentes de contaminación proceden de las heces, residuos de los piensos (antibióticos, metales pesados), hormonas, así como de los pesticidas y fertilizantes utilizados en los monocultivos de grano para pienso.
Para tener una dieta equilibrada no necesitamos consumir tanta carne ya sea de ave, vacuno, cerdo, oveja, etc. Es posible incorporar proteínas de origen vegetal consumiendo frutos secos, legumbres, semillas o cereales.
Intenta ir reduciendo las porciones de carne en tu dieta, y si crees que no vas a saciarte, simplemente añade más verduras, pasta, caldos o purés.


Consume productos respetuosos con los bosques y la vegetación
Consume productos respetuosos con los bosques y la vegetación La vida del planeta depende de los bosques, la vegetación y la biodiversidad por lo que la deforestación es un gran contribuyente del cambio climático. Puedes colaborar en la protección del medioambiente comprando productos hechos con madera de origen sostenible (busca la certificación FSC) o evitando consumir alimentos elaborados con aceite de palma.


Vuela menos
Vuela menos Viajando en avión, una persona causa más impacto ambiental que con cualquier otra cosa que haga. Busca alternativas a este medio de transporte y si viajas por negocios, utiliza medios digitales para las reuniones.
Evitemos también, en la medida de lo posible consumir productos que implican transporte aéreo en su logística.



Muestra y comparte tu implicación
Es muy probable que aquellas personas y cosas que más amas se vean afectadas por el cambio climático. Contribuye reduciendo tu huella de carbono y comparte este artículo.

Si quieres tener una estimación de tu huella de carbono, este enlace te lleva a una web para calcularla.

domingo, 6 de agosto de 2017

Un sistema ético para combatir la pobreza energética


La pobreza es la condición de no poder satisfacer las necesidades básicas físicas, psíquicas y emocionales. Significa no tener acceso a una calidad de vida digna, a una correcta alimentación, vivienda, educación, asistencia sanitaria, energía o agua potable.

Es difícil o imposible separar una pobreza de otra ya que se trata de una situación de total escasez. La pobreza tiene consecuencias en todos los aspectos que hacen a una vida plena y está presente en lo alimentario, sanitario, educacional o energético. Sin embargo, lo que llamamos pobreza energética puede ser un indicador de la pobreza en general.

Según la Asociación de Ciencias Ambientales, la pobreza energética es una combinación de ingresos bajos o nulos, precios de la energía doméstica en aumento y deficientes niveles de eficiencia energética en viviendas.

Según la ACA, "Puede decirse que un hogar está en situación de pobreza energética cuando es incapaz de pagar una cantidad de servicios de la energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas y/o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética de su vivienda."

En España, la pobreza energética afecta a mas de siete millones de personas. Desde 2008, los cortes del servicio eléctrico por impago se han disparado y sólo entre Iberdrola y Endesa, en el año 2014, cortaron el suministro a mas de un millón de personas.
Según la Organización mundial de la Salud (OMS), en España, la Pobreza energética está detrás de la muerte prematura de aproximadamente 7.200 personas al año, 6 veces más muertes que las ocurridas por accidente de tráfico.

Detrás de este sufrimiento hay un gran negocio de personas y empresas que también obtienen grandes beneficios con la producción de energía basada en quemar combustibles, generando contaminación y gases de efecto invernadero. El daño ambiental y social es tan grande que ya se hace muy difícil de medir.

Frente a todo esto hay algo que podemos hacer. Promover las energías renovables es algo que ya está en nuestras manos y hay dos acciones posibles de las cuales una no nos cuesta nada.

  1. Si tienes la luz contratada con alguna de las grandes compañías como Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, EDP o Viesgo, te proponemos cambiarte de compañía y contratar una cooperativa de energía verde. ¿Qué consigues con esto?:
    • Dejar de colaborar con quienes hacen negocio a costa de la pobreza energética, el sufrimiento y la muerte prematura de muchas personas.
    • Participar en el cambio de modelo energético hacia uno renovable y sostenible.
  2. Hacer una instalación fotovoltaica en tu casa por mas pequeña que sea. No está prohibido ni penalizado y si la instalación es menor a 10 kW tampoco paga "impuesto al sol". Ésto sí tiene coste, pero aunque instales solamente un panel, ya estarás contribuyendo con el cambio de modelo y reduciendo tu factura eléctrica.

Desde el blog Fotonia queremos contribuir con información para empoderar a las personas de modo que no permitamos que otros tomen decisiones en función de sus propios intereses, afectando negativamente nuestra vida cotidiana.

Nada cambiará si cada uno de nosotros de manera consciente, bien informada y activa no promovemos el cambio.


martes, 1 de agosto de 2017

El cambio a un modelo energético sostenible está en nuestras manos


Cada vez son más las personas que eligen un consumo responsable con el ambiente y lo social. Las opciones sostenibles están al alcance, y en al ámbito de la energía eléctrica, esto consiste en consumir energía verde y asociarse a cooperativas comercializadoras.

Las decisiones de muchas personas para contratar energía verde, generará una fuerza capaz de cambiar el modelo actual que pone por delante los beneficios económicos sobre el cuidado de las personas y el medioambiente.

Para entender por qué está al alcance contratar energía renovable o verde, vamos a explicar primero cómo está estructurado el mercado eléctrico.

En éste mercado, encontramos tres tipos de empresas que son:

Las Generadoras:
son aquéllas que generan y venden la electricidad al mercado eléctrico o “pool”. Dentro de este grupo hay productores de todo tipo y con diferentes tecnologías. Están por un lado las centrales convencionales que son la nuclear o las basadas en quemar combustibles fósiles y por otro, las de origen renovable, como la eólica, la termosolar o la solar fotovoltaica. A éstas últimas se les llama renovables porque son sostenibles y su impacto ambiental es casi nulo. Por otra parte, para generar esta energía no hace falta importar ningún tipo de combustible, por lo tanto es autóctona.

Las Distribuidoras:
son las que transportan la energía producida por las generadoras, ocupándose también de mantener y mejorar la red de distribución, es decir cables, centros de transformación, contadores, etc. y en muchos casos además son las que se encargan de leer los contadores. Estas empresas son financiadas a través de los peajes de acceso que paga el consumidor final. Este negocio, al no ser una empresa pública, es naturalmente un oligopolio ya que no tendría sentido que dos compañías tengan cada una de ellas, instalada una red eléctrica en la misma zona.

Las Comercializadoras: son empresas que compran la electricidad en el mercado eléctrico para luego venderla a sus clientes. Aquí hay empresas del mercado libre como las del listado de este enlace además de las comercializadoras anteriormente conocidas como de Último Recurso que ahora se llaman Comercializadoras de Referencia, que son cinco: Iberdrola Comercialización de Último Recurso, Endesa Energía XXI, Unión Fenosa Metra, E.ON Comercializadora de Último Recurso, Hidrocantábrico Energía Último Recurso. Solamente comercializan para suministros de potencias menores a los 10 kW.

Ahora veamos por qué la electricidad de origen renovable está al alcance de todos los consumidores.

La energía eléctrica que consumimos, consiste básicamente en el movimiento de electrones (cargas eléctricas negativas) a través de cables. Y es verdad que una vez en la red, no podemos diferenciar ni seleccionar aquéllos electrones generados por medios renovables.

Pero aunque no podemos elegir qué electrones consumir, sí podemos asegurarnos de que en algún sitio se haya generado de forma renovable, la misma cantidad de energía eléctrica que hayamos consumido.

Para esto, existe un sistema de Garantía de Origen, gestionado por la CNMC (Comisión Nacional Mercados de la Competencia). Estos certificados que se denominan Garantías de Origen (GdOs) se pueden transferir a las comercializadoras para justificar así el carácter verde de la electricidad que venden.

En la medida que más personas solicitemos energía de origen renovable a las comercializadoras, más producción verde tendrá que haber detrás generando esa energía y así satisfacer esa demanda.

Pasarse a una comercializadora de energía renovable es un proceso muy sencillo y simplemente basta con ponerse en contacto con la que hayamos elegido. En el cambio, no habrá en ningún momento corte de luz, y sencillamente pasaremos a recibir facturas de una comercializadora diferente.

Entre las comercializadoras de energía verde podemos diferenciar dos tipos: las empresas que han elegido la energía verde simplemente como un producto a comercializar y las cooperativas.

El modelo mas interesante desde el punto de vista social, es el de las cooperativas, ya que la mayoría son sin ánimo de lucro. Para contratar la energía a una cooperativa, simplemente hay que asociarse o tener un familiar, casero o pareja que ya sea socio, ya que un socio puede tener más de una cuenta como cliente.
Las personas asociadas a una cooperativa, además de contratar su energía, tienen derecho a voz y voto en las asambleas, es decir que también participan en la toma de decisiones. A diferencia de las empresas del oligopolio, nadie se hace rico a costa de la pobreza energética y es un sistema totalmente transparente. Estas cooperativas, además de contar con los certificados de la CNMC, también son productoras, ya que invierten sus beneficios en plantas de generación de energías renovables, con lo cual, todo aquél que forma parte de una cooperativa está participando de varias formas en el cambio de modelo energético.

Los motivos para elegir un suministro 100% renovable pueden ser éticos, medioambientales o para dar una imagen corporativa comprometida con el medioambiente, como puede darse en el sector empresarial. En cualquier caso, en la medida que esta tendencia continúe, aumentará la necesidad de certificados renovables, lo que indudablemente forzará al sistema eléctrico a una mayor participación de las renovables en el mix.

Si quieres participar en este cambio de modelo y apoyar proyectos ambiental y socialmente sostenibles, te invitamos a participar buscando una cooperativa con la que te sientas a gusto.
Cada persona puede aportar su grano de arena, y así será verdad aquéllo de que “Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”.

Fotonia por su parte, se ha asociado a La Sociedad Cooperativa La Corriente que es la primera cooperativa de este tipo localizada en Madrid. Si quieres ampliar información, ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos.



lunes, 12 de junio de 2017

¿Qué podemos alimentar con un panel fotovoltaico de 100 W?

Generalmente, cuando diseñamos un sistema de generación fotovoltaica, lo hacemos a partir de aquello que queremos alimentar, es decir la carga.
En este caso, vamos a analizarlo a la inversa. Veremos qué podemos alimentar con un panel de 100 W.
La potencia y las características técnicas de un panel solar están definidas para unas condiciones estándar de medición (Standard Test Conditions STC), que son:

Intensidad de la radiación: 1.000 W/m2
Ángulo de la radiación: 90ºC
Temperatura: 25ºC

Estas condiciones equivaldrían al mediodía solar en fechas cercanas a los equinoccios de primavera y otoño en Europa pero no se dan de manera continua en la realidad, por lo tanto es necesario realizar cálculos basados en las condiciones de una instalación real.


Cuando en un panel solar de 12V se dice que su potencia es de 100W, se trata de un valor instantáneo para las condiciones estándar de medición.



Si se cumplen todas las condiciones estándar, cuando medimos a la salida del panel, la tensión será de aproximadamente 18 Voltios y la corriente aproximadamente 5,56 Amperios. Como la potencia en Vatios es el producto de la tensión por la corriente:

P(w)= 18V x 5,56A = 100W

Para determinar cuánta energía se genera en un determinado tiempo tenemos que multiplicar la potencia por dicho tiempo, de manera que si generamos de manera constante 100W durante una hora tendremos 100Wh.

Analicemos ahora cuánta energía habrá generado un panel de 100 W en un día.
La radiación recibida en la superficie del panel varía a lo largo del día según la posición del sol, el ángulo de inclinación del panel y las condiciones meteorológicas. Una representación precisa de la cantidad de radiación que puede recibir un panel por día es expresándola en el equivalente en hipotéticas horas a 1.000 vatios por metro cuadrado de manera constante.
A las horas de luz a 1.000 w/m2 (condiciones estándar) las llamaremos horas pico de sol.
Entonces, ahora la pregunta es: ¿Cuántas horas de luz solar equivalente a la de las condiciones estándar, (que sería básicamente al mediodía), estará expuesto el panel durante todo el día?.

Aún cuando a las 9 de la mañana el sol ya ha salido, la radiación no es tan intensa como al mediodía, de modo que no podemos decir simplemente que el sol ha estado irradiando el panel durante por ejemplo 10 horas y que por lo tanto hemos generado una energía de 100W x 10 horas = 1.000Wh. La radiación entre las 8 y las 9 de al mañana, es probablemente la mitad de intensa que entre las 12 y las 13, de modo que una hora durante la mañana será aproximadamente igual a media hora pico.
Por otra parte, también hay que tener en cuenta que los días de invierno son mas cortos que los de verano, con lo que el número de horas pico de sol será diferente según la estación del año.
También, el número de horas pico de sol variará con la latitud.

Aunque esto así parece bastante complicado, afortunadamente durante décadas se han registrado datos y se han calculado la cantidad de horas pico de sol para todo el mundo, clasificadas por mes y teniendo en cuenta el ángulo de inclinación de los paneles.
Hay aplicaciones, métodos de cálculo y tablas que a través de las coordenadas geográficas nos permiten determinar el número de horas pico de sol por día.

Por ejemplo, en el mapa que hay a continuación se muestra la energía solar recibida expresada en horas pico de sol en un día promedio, durante el peor mes del año con una inclinación óptima para cada latitud.


Vemos que para el sur de España el número de horas pico de sol por día está entre 5,0 y 5,9; en el norte, entre 2 y 2,9 y que en la mayor parte de la península Ibérica está entre 4,0 y 4,9.

También hay tablas que muestran el promedio anual por ciudades como la que se muestra a continuación:


Volviendo a la pregunta ¿qué puedo alimentar con un panel de 100 W?. Si por ejemplo queremos hacer una instalación en Oviedo, cuya latitud es 43’ 21” y según la tabla el promedio de horas pico de sol al año es de 3,93 por día, tendremos que inclinar nuestro panel para que apunte a la baja trayectoria del sol durante el invierno de manera tal que pueda recibir la mayor radiación posible en estos meses del año. Por eso, pondremos nuestro panel a 60º.
De esta manera, multiplicando los 100W x 3,93 horas pico de sol, obtendremos en promedio una energía 393 Wh por día.

Ahora tendremos que tener en cuenta la eficiencia del sistema considerando caídas de tensión en el cableado, polvo o nieve acumulada sobre la superficie del panel, eficiencia del inversor, el controlador de carga y las baterías en caso de que las hubiese. Por eso, tenemos que multiplicar los 393 Wh x 0,7 lo que nos da 275 Wh.

¿Qué podemos hacer entonces con esos 275 Wh al día?.
Si almacenamos esa energía en baterías tendré que utilizar un controlador de carga cuya corriente deberá ser aproximadamente la corriente de cortocircuito del panel (6,06 A) multiplicada por un factor de seguridad de 1,25, es decir por lo menos 7 Amperios.

El tamaño de las baterías se calcula de la siguiente manera:
Utilizaremos baterías estacionarias de plomo-ácido, similares a las de los coches. Para que estas baterías tengan una larga vida útil, no es conveniente descargarlas mas de la mitad de su capacidad de carga, por eso nos aseguraremos de instalar aquéllas que puedan acumular al menos el doble de la energía que utilizaremos. Es decir: 22,9 Ah x 2 = 45,8 Ah.
La energía que una batería puede almacenar varía en función de la temperatura del ambiente en la que se encuentra de acuerdo a la siguiente tabla:
 

Si por ejemplo, la batería va a trabajar a 16ºC, tendré que incrementar su tamaño en un 11%, es decir:  45,8 Ah x 1,11 = 50,8 Ah

Teniendo en cuenta que en Oviedo podemos tener varios días sin sol, tendremos que definir para cuántos días nublados vamos a querer almacenar energía. Supongamos que voy a necesitar para dos días, entonces: 50,8 Ah x 2 = 101 Ah. En función de este valor determinaré las baterías que voy a utilizar.

Finalmente, ahora con todo el sistema diseñado, estamos en condiciones de decir qué podemos alimentar con la energía generada por un panel de 100W. Por ejemplo:
  • Un ordenador portátil que consume 45 W durante 6 horas
              (275 Wh/45 W = 6 horas)
  • Tres leds de 10 W durante 9 horas
              (275 Wh/30 W = 9 horas)
  • Hacer un café y escuchar música mientras leo un libro con un led de 10 W durante 3 horas y usar el ordenador portátil durante otras 3 horas.
    • 200 W x 0,2 horas = 40 Wh – Cafetera
    • 20 W x 3 horas = 60 Wh – Radio
    • 10 W x 3 horas = 30 Wh – Luz
    • 45 W x 3 horas = 135 Wh – Ordenador
              Una tarde entretenida = 265 Wh



viernes, 21 de abril de 2017

El autoconsumo será tan común como tener una nevera en casa



Cambiar el actual modelo modelo energético por uno sostenible y renovable es una estrategia de gran alcance que implica no solo recuperar la soberanía energética sino cuidar el medio ambiente, nuestra salud y reducir emisiones de gases de efecto invernadero.

Como ya comentábamos en el artículo Barcelona apuesta por el cambio de modelo energético, Barcelona es una ciudad pionera en España en este cambio de modelo.

Por un lado, la comercializadora pública de energía eléctrica del Ayuntamiento, Barcelona Energía, tiene previsto entrar en funcionamiento en septiembre de 2018 y ofrecerá una energía de proximidad y 100% renovable.

Además, se utilizarán los tejados de los edificios públicos para instalar 2 MW de paneles fotovoltaicos para autoconsumo e inyección a red de los excedentes.

Y para que la ciudadanía genere su propia energía renovable en los hogares, se están implementando ayudas e incentivos. Dentro de este marco que fomenta el autoconsumo, el ayuntamiento ha creado un mapa que muestra los recursos de energías renovables de la ciudad.
El mapa clasifica los edificios según su aprovechamiento energético (solar fotovoltaico, solar térmico o minieólica) y además, da información sobre la energía que se podría generar, el ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero y el coste estimado de la inversión que habría que realizar para la instalación.

El mapa proporciona una superficie de captación de casi 8 millones de metros cuadrados (aproximadamente 800 manzanas). En donde el potencial generador es de 1.191 GWh/año de energía solar fotovoltaica, cantidad aproximada al 50% del consumo eléctrico del sector doméstico de Barcelona y 5.495 GWh/año de energía solar térmica, que es el equivalente al consumo anual para obtener un volumen de agua caliente sanitaria de aproximadamente 4.000 piscinas olímpicas.

Barcelona está dando los primeros pasos en una dirección que tarde o temprano tendrán que dar todos los ayuntamientos.

Con el abaratamiento de los paneles y los inversores, el autoconsumo y la generación distribuida serán algo común como tener una nevera en casa.