Según un estudio realizado en Estados Unidos, los vehículos eléctricos fabricados actualmente podrían reemplazar el 90% de los vehículos de combustible.
Investigadores del MIT han llegado a la conclusión de que los vehículos eléctricos actuales, a pesar de su baja autonomía, podrían reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
El estudio publicado recientemente en la revista Nature Energy ha llegado a la conclusión de que una sustitución total de los vehículos convencionales por los eléctricos es posible hoy en día. Lo cual podría desempeñar un papel importante en el cumplimiento de los objetivos de mitigación del cambio climático.
El estudio realizado en Estados Unidos, concluye que aproximadamente el 90% de los vehículos particulares que circulan diariamente, podrían ser sustituidos por vehículos eléctricos de bajo coste disponibles hoy en el mercado, aún en el caso de que los coches pudiesen cargarse solamente durante la noche. Con el uso de vehículos eléctricos se superarían los objetivos climáticos a corto plazo de Estados Unidos para el transporte en vehículos particulares.
Teniendo en cuenta las emisiones de las plantas generadoras de energía eléctrica, el uso de vehículos eléctricos reduciría aproximadamente un 30% las emisiones ocasionadas por el transporte. Las reducciones más importantes de emisiones se llevarían a cabo más adelante con la descarbonización de las plantas generadoras de electricidad.
El equipo de investigadores trabajó cuatro años en el estudio, el cual supuso el desarrollo de un método para integrar dos grandes grupos de datos: uno consistente en información detallada del comportamiento de los conductores basado en datos obtenidos por GPS y otro conjunto más amplio y completo basado en encuestas. Los dos grupos de datos combinados abarcan millones de viajes de todo Estados Unidos.
Los investigadores del MIT encontraron que si se usaran vehículos eléctricos sería posible cubrir las necesidades diarias de energía de aproximadamente el 90 por ciento de los automóviles particulares de EE.UU. a un coste global para sus propietarios (teniendo en cuenta los costes de compra y usufructo) no mayor que el de los vehículos de combustión convencionales. El estudio contempló cargar la batería del coche una vez al día, en casa o en el trabajo. Esto supondría crear la infraestructura de carga necesaria.
La sustitución a gran escala de los actuales vehículos sería suficiente para cumplir los objetivos de reducción de emisiones establecidos a corto plazo por los EE.UU. en el sector del transporte de vehículos particulares, el cual representa alrededor de un tercio de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del país. La mayoría de estas emisiones provienen de vehículos particulares de baja potencia.
Aunque el vehículo eléctrico tiene muchos partidarios, también un gran número de críticos que hacen referencia a la autonomía, al precio de venta y a la escasa infraestructura que hay actualmente para la carga.
Con relación a la autonomía, en el estudio se vio que la gran mayoría de los coches que circulan no consumen diariamente mas energía que la que puede almacenar la batería de un coche eléctrico. Esto significaría que la mayoría de las recargas se harían durante la noche en casa o bien durante el día en el trabajo, por lo que en la mayoría de los casos la escasa infraestructura en realidad no sería de gran preocupación.
Los vehículos eléctricos que se comercializan actualmente tienen precios de venta superiores a los de los coches convencionales, sin embargo teniendo en cuenta la vida útil y los gastos de mantenimiento los costes terminan siendo similares.
Para que se generalice el uso de los vehículos eléctricos, las necesidades de los conductores tienen que cumplirse en todos los días. Habrá períodos o días de alto consumo, como en vacaciones, en invierno que se usa mucho la calefacción o en verano con el uso del aire acondicionado. Estos casos en los que la autonomía se reduciría suponen la necesidad de un cambio cultural en el modelo de uso. Las necesidades de los conductores podrían satisfacerse con coches de alquiler o bien compartiendo. Compartir coche favorecería el cambio hacia el vehículo eléctrico, y esto supone una gran innovación en el modelo de negocio.
Las baterías y la eficiencia de los coches eléctricos van mejorando y la autonomía irá en aumento. Sin embargo, tenemos que considerar también otras tecnologías de motores como por ejemplo el uso de biocombustibles de baja emisión o bien motores impulsados por hidrógeno. Seguramente, en no mucho tiempo veremos estas tecnologías reemplazando la actual que ya lleva una continuidad de más de 100 años ya que el futuro será renovable o no lo será.
Los dos coches 100% eléctricos más vendidos del mundo: Nissan Leaf (izquierda), con ventas mundiales de 200,000 unidades y el Tesla Model S (derecha), con aproximadamente 100,000 unidades |
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