sábado, 14 de mayo de 2016

Por algo será que las grandes eléctricas están en contra del autoconsumo y la generación distribuida



El 13 de Mayo, Energías Renovables publicaba un artículo en el que contaba cómo un agricultor de Burgos pudo habitar su casa después de dos años de haberla construido y tras luchar infructuosamente para que Iberdrola le suministrase un punto de conexión, haciendo su propia instalación fotovoltaica aislada.
En el artículo se describe con precisión los detalles técnicos del sistema que cuenta con 4,1 kilovatios pico, una batería de 30 kilovatios hora y un grupo electrógeno de respaldo que en los últimos cinco meses solamente ha sido encendido de forma automática cinco veces en enero y febrero parea aportar 22 kilovatios hora.
Esta instalación costó 15.000 €, mientras que Iberdrola le había presupuestado 30.000 € por la línea y punto de conexión.

Ahora bien, éste señor de Burgos ha demostrado con su instalación que el autoconsumo es técnicamente y económicamente posible al resolver su problema de suministro de energía de manera eficiente con un sistema de generación limpio y renovable.

En los últimos diez años, la tecnología para llevar a cabo este tipo de instalación ha reducido su precio a la décima parte a la vez que ha incrementado la eficiencia, la calidad y la fiabilidad de los componentes. No cabe duda que esta curva continuará con la misma tendencia en los próximos años.

Lo que más asusta a las grandes compañías eléctricas es esta democratización de la energía ya que los grandes beneficios que generan sus negocios tienen los días contados.
Vemos aquí un ejemplo real de una instalación fotovoltaica aislada que satisface el suministro de energía eléctrica de un hogar. Ahora si imaginamos una sociedad en la que todas las viviendas tuviesen su instalación fotovoltaica y/o minieólica, lo primero que muchos pensarían es que el siguiente paso sería que todos nos desconectásemos de la red. Pero hay una solución aún mejor que es la generación distribuida.

En un siguiente artículo me extenderé sobre este tema, pero básicamente la generación distribuida consiste (como su nombre lo indica) en un sistema con muchas instalaciones pequeñas próximas a los puntos de consumo y todas conectadas a la red, de modo que si en mi vivienda o en mi comunidad estamos generando al mediodía más energía de la que se consume por estar la mayoría fuera de casa, esta energía sobrante la estaremos vendiendo a la red para que las tiendas, el centro comercial o el polígono del pueblo la consuma.
Esto supone reducción de pérdidas en el transporte, protección del medio ambiente al utilizarse fuentes renovables, mayor fiabilidad y calidad del sistema, reducción de costes en el transporte de la energía, democratización del sistema eléctrico y reducción de los beneficios de las grandes compañías eléctricas.

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