domingo, 6 de agosto de 2017

Un sistema ético para combatir la pobreza energética


La pobreza es la condición de no poder satisfacer las necesidades básicas físicas, psíquicas y emocionales. Significa no tener acceso a una calidad de vida digna, a una correcta alimentación, vivienda, educación, asistencia sanitaria, energía o agua potable.

Es difícil o imposible separar una pobreza de otra ya que se trata de una situación de total escasez. La pobreza tiene consecuencias en todos los aspectos que hacen a una vida plena y está presente en lo alimentario, sanitario, educacional o energético. Sin embargo, lo que llamamos pobreza energética puede ser un indicador de la pobreza en general.

Según la Asociación de Ciencias Ambientales, la pobreza energética es una combinación de ingresos bajos o nulos, precios de la energía doméstica en aumento y deficientes niveles de eficiencia energética en viviendas.

Según la ACA, "Puede decirse que un hogar está en situación de pobreza energética cuando es incapaz de pagar una cantidad de servicios de la energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas y/o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética de su vivienda."

En España, la pobreza energética afecta a mas de siete millones de personas. Desde 2008, los cortes del servicio eléctrico por impago se han disparado y sólo entre Iberdrola y Endesa, en el año 2014, cortaron el suministro a mas de un millón de personas.
Según la Organización mundial de la Salud (OMS), en España, la Pobreza energética está detrás de la muerte prematura de aproximadamente 7.200 personas al año, 6 veces más muertes que las ocurridas por accidente de tráfico.

Detrás de este sufrimiento hay un gran negocio de personas y empresas que también obtienen grandes beneficios con la producción de energía basada en quemar combustibles, generando contaminación y gases de efecto invernadero. El daño ambiental y social es tan grande que ya se hace muy difícil de medir.

Frente a todo esto hay algo que podemos hacer. Promover las energías renovables es algo que ya está en nuestras manos y hay dos acciones posibles de las cuales una no nos cuesta nada.

  1. Si tienes la luz contratada con alguna de las grandes compañías como Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, EDP o Viesgo, te proponemos cambiarte de compañía y contratar una cooperativa de energía verde. ¿Qué consigues con esto?:
    • Dejar de colaborar con quienes hacen negocio a costa de la pobreza energética, el sufrimiento y la muerte prematura de muchas personas.
    • Participar en el cambio de modelo energético hacia uno renovable y sostenible.
  2. Hacer una instalación fotovoltaica en tu casa por mas pequeña que sea. No está prohibido ni penalizado y si la instalación es menor a 10 kW tampoco paga "impuesto al sol". Ésto sí tiene coste, pero aunque instales solamente un panel, ya estarás contribuyendo con el cambio de modelo y reduciendo tu factura eléctrica.

Desde el blog Fotonia queremos contribuir con información para empoderar a las personas de modo que no permitamos que otros tomen decisiones en función de sus propios intereses, afectando negativamente nuestra vida cotidiana.

Nada cambiará si cada uno de nosotros de manera consciente, bien informada y activa no promovemos el cambio.


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